Documento leído en la reunión del de Diálogo Político entre la Unión Europea y de México

Documento leído en la reunión del de Diálogo Político entre la Unión Europea y de México

Fecha: 19/10/2012
Documento leído en la reunión del de Diálogo Político entre la Unión Europea y de México en materia de Derechos Humanos para el Diálogo Político.
Distinguidos y distinguidas representantes de la Unión Europea y representantes del Estado mexicano, reciban un saludo de las organizaciones que fuimos convocadas para participar en el primer seminario entre sociedad civil de la Unión Europea y de México en materia de derechos humanos.

Antes de comenzar, queremos agradecer la intención de generar un espacio de intercambios como éste; somos conscientes de que los recursos destinados son limitados y en esa medida nuestro compromiso es co-responsable.

El que hoy nos encontremos aquí para presentar los resultados del trabajo realizado el día de ayer es muestra de esa corresponsabilidad, pero también evidencia que es posible traducir los compromisos en acciones concretas para mejorar las condiciones en las que ustedes y nosotras realizamos nuestro trabajo, a través de la construcción de un diálogo abierto y participativo.

El día de ayer estaba programado un espacio para tratar tres asuntos específicos: Políticas públicas y rendición de cuentas, Violencia de género y lo relativo al mecanismo de protección a personas defensoras de derechos humanos y periodistas. Sin embargo, como es de su conocimiento, las organizaciones de la sociedad civil propusimos cambiar esa agenda. No por considerar que esos temas carecen de relevancia para nosotras, sino porque consideramos que nos encontramos en un momento de cambios, en el que es preciso mejorar la efectividad de espacios como éste ante la urgente necesidad de la situación de los derechos humanos en nuestro país.

A nivel nacional, el diagnóstico que elaboramos no es alentador. La agenda en materia de derechos humanos continúa pendiente en sus elementos más sustantivos, como comprobamos en el terreno muchos y muchas de nosotras.

La situación de los derechos humanos en México siempre ha sido de claroscuros. Los avances normativos y las decisiones de avanzada en los tribunales federales, coexisten con patones generalizados de abusos en contra de los más vulnerables por la discriminación que enfrentan. Pero en los últimos años, la brecha entre la armonización legislativa y la implementación práctica de los estándares internacionales se ha acrecentado. Hoy las reformas constitucionales en materia de derechos humanos, amparo y justicia penal, se dan a la par que un aumento exponencial de las más graves violaciones a derechos humanos, asociado a una política en materia de seguridad que ha hecho de la militarización y del uso de la fuerza pública sus componentes centrales.

Es claro que durante los últimos años México ha realizado acciones de fortalecimiento institucional respecto a la garantía de los Derechos Humanos. No obstante, esto no implica per se que las reformas legislativas y los avances en el seno del Poder Judicial de la Federación, sean materialmente efectivas y atiendan al principio de universalidad según el cual todas y todos los ciudadanos deben tener una protección adecuada de sus derechos. Para entender cabalmente la situación de los derechos humanos en México, es necesario distinguir entonces entre la existencia formal de mecanismos para el reconocimiento y la protección de los derechos humanos, y los rezagos que subsisten en la implementación efectiva de dichos mecanismos.

Dada la magnitud de los retos, los Diálogos Bilaterales entre la Unión Europea y México abren una oportunidad para abordar los problemas relativos a la distancia entre los avances normativos y la implementación real de los derechos.

Así, a continuación presentaremos algunos comentarios iniciales con la idea de comenzar por una revisión estructural y de procedimiento para continuar el diálogo ; pero también con el ánimo de que esto permita entrar de lleno con discusiones de temas concretos y urgentes, respecto de los cuales es necesario recuperar las experiencias, las estrategias y los aprendizajes entre ambas partes.

Asimismo queremos notar que los siguientes temas pretenden ser un primer punto de partida, que en algunos de sus aspectos más estructurales requieren ser dialogados con más organizaciones y revisarse a la luz de los resultados obtenidos en este Diálogo y del Foro que se realizará en Bruselas la próxima semana.

1. A diez años del Acuerdo de Cooperación entre la UE- México

Se requiere realizar una evaluación del impacto de los recursos invertidos en el marco de cooperación en materia de derechos humanos. Las organizaciones de la sociedad civil proponemos una evaluación conjunta sobre lo que ha ocurrido en diez años de cooperación, para retomar los aprendizajes más relevantes .

En materia de derechos humanos, consideramos que se requiere articular las agendas de seguridad, económica, política y de desarrollo. Esto implica también vincular los espacios de discusión y de rendición de cuentas para el monitoreo permanente de los programas de cooperación.

La cooperación entre la UE y México debe poner especial atención a la protección de los derechos de las poblaciones que se encuentran en situación de vulnerabilidad: Lesbianas Gays, Bisexual, Trans, Pueblos Indígenas, Mujeres, Niños y Niñas, Personas Defensoras de Derechos Humanos, Periodistas, Trabajadores y trabajadoras migratorias y sus familias y otras poblaciones en movilidad como es el caso de las personas desplazadas internas. En ello, un componente transversal debe ser el análisis diferenciado de las situaciones que se presentan en las diversas entidades federativas.

Asimismo, se requiere incluir temas emergentes y comunes entre la UE y México, como son desarrollo sostenible, gobernanza y gobernabilidad y nuevas tendencias globales, así como lo concerniente a las nuevas herramientas para el intercambio de información.

2. Diálogos de sociedad civil con la UE y con el Estado Mexicano.

Consideramos necesario reforzar la participación ciudadana y social, la transparencia y la rendición de cuentas en los espacios de diálogo. Asimismo, se requiere contar con mecanismos de seguimiento a los temas presentados, a los acuerdos y a los compromisos asumidos entre las partes.

En cuanto al diálogo con el Estado Mexicano, es urgente volver a construir los espacios de diálogo. En este sentido, ha sido reitrado el llamado a reformar los espacios surgidos en el seno de la Comisión de Política Gubernamental en materia de derechos humanos, sin que hasta el momento esa demanda haya sido atendida por las partes.

Igualmente, se debe considerar la reforma constitucional en materia de derechos humanos como un punto de partida para un rediseño institucional de la agenda, para contribuir de esa forma a que el goce y disfrute de todos los derechos se extiende a los grupos poblacionales hoy excluidos. Consideramos imprescindible, como se ha dicho, poner una atención particular en las entidades federativas y sus contextos particulares.

3. Recomendaciones Finales

A efecto de dar los primeros pasos en la dirección que se indica, ponemos a su consideración las siguientes Recomendaciones cuyo seguimiento bien puede derivar en acciones inmediatas:

A la UE

• Solicitamos valorar la designación de un enlace dedicado exclusivamente a la agenda de derechos humanos. al interior de la Delegación de la UE en MÉXICO. Es deseable que dicho funcionario tenga un perfil adecuado para el diálogo plural y constructivo tanto con el Estado Mexicano como con la sociedad civil.

• En aras de fomentar la participación de la sociedad civil, recomendamos transparentar la información sobre las prioridades y la agenda que en materia de derechos humanos la UE define para México, contenida en documentos como el llamado “Country Strategy Paper”.

• Sugerimos que la UE colabore activamente en el diseño de mecanismos que permitan acompañar a periodistas y a las y los defensores de derechos humanos que se encuentran en riesgo, sobre todo en los estados de la República.

• Finalmente, pedimos mejorar el uso de las directrices, particularmente aquellas sobre tortura y defensoras y defensores.

Al Gobierno Mexicano

• Impulsar espacios de diálogo con la sociedad civil, asumiendo el desgaste de espacios hoy virtuales como los generados en la Comisión de Política Gubernamental.
• Establecer mecanismos concretos de seguimiento a las acciones realizadas en materia de derechos humanos con la Unión Europea y propuestas a sus órganos de gobierno.
• Recuperar las recomendaciones emitidas por parte del Parlamento Europeo en materia de derechos humanos.

A la UE y México

• Solicitamos conocer y acompañar la tercera etapa que esperamos se implemente en el marco del Programa de Cooperación entre la UE y México, de manera que podamos conocer e incidir en los temas, pero también en los mecanismos de rendición de cuentas y monitoreo.

• Considerar la creación de herramientas que recuperen las recomendaciones emitidas en el lapso de estos diez años en materia de derechos humanos por parte de Parlamento, Comisión y Gobierno Federal, aun cuando no pude obviarse la falta de transparencia y de colaboración que priva tanto en la construcción de las agendas de trabajo que se presentan en dichos diálogos de cómo en la elaboración de las recomendaciones emitidas y los acuerdos alcanzados, pues en estos diez años hemos conocido su contenido a partir de comunicados de prensa.

Finalmente, hemos querido finalizar nuestra intervención reconociendo que recientemente se han dado importantes avances que comprueban que la agenda de derechos humanos es una prioridad para los países que integran la UE: la creación de un Representante Especial para los Derechos Humanos quien hoy nos acompaña y que ayer dedicó espacio para conocernos, da cuenta de ello.

También queremos considerar que este compromiso se refrenda en lo expresado el 5 de octubre por la Sra. Catherine Ashton, Alta Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, cuando señaló que “…No podemos olvidar los derechos humanos solo porque estemos hablando con los gobiernos acerca de las relaciones comerciales o los vínculos energéticos. La ética es indivisible. Esa es la razón por la que la estrategia de la UE para los derechos humanos que he puesto en marcha promete situar los derechos en el centro de «las relaciones de la UE con todos los terceros países» y «fomentar los derechos humanos en todos los ámbitos de la acción exterior sin excepción», incluyendo «las políticas de comercio, de inversión, de tecnología y telecomunicaciones, de Internet, de energía, de medio ambiente, de responsabilidad social de las empresas y de desarrollo»…”.

En el caso de México, la Unión Europea ya ha reconocido en el pasado avances en la adecuación de su marco normativo interno a los estándares internacionales aplicables; por ello, más que nunca es preciso que su atención se dirija más allá de la adecuación normativa hacia la realidad de los derechos humanos en el día a día de la población. Es tiempo de que la UE analice si los compromisos adquiridos por México se traducen o no en acciones y medidas de largo alcance para revertir las violaciones a derechos humanos que se han acrecentado en los últimos años: tortura, ejecución extrajudicial y desaparición forzada de personas, entre otras.

El Diálogo Bilateral no sólo ofrece una oportunidad para México y para la Unión Europea, sino también para la sociedad en su conjunto en la medida en que a través de este mecanismo se puede construir propuestas y alternativas sobre los retos que se enfrentan en este tema, abordando no sólo los avances sino también los retrocesos y los aspectos que requieren atención urgente.

El Diálogo Bilateral es el mecanismo idóneo para que el compromiso de la Unión Europea con los derechos humanos se traduzca en acciones concretas y también para colaborar con las organizaciones de la sociedad civil, demostrando con hechos que efectivamente la ética es indivisible.